al ritmo de tus golpes.
Me he vuelto muda
escuchando tus insultos.
Caen las palabras con la piel a tiras.
Me armo de toda la vergüenza
que tú no sientes
y me mantengo firme a tus ataques.
Se que voy a morir.
Ahora ya no importa.
Morirás conmigo.
Desde el suelo gélido,
en mi mirada estála victoria de ser,
al fin tu verdugo.